Antes de utilizar la impresora
Nombres de las piezas
Configuración
Operaciones básicas
Limpieza
Solución de problemas
Especificaciones del producto
Apéndice
Inicio > Limpieza > Limpiar el cabezal térmico y el rodillo de la platina
Epson recomienda limpiar el cabezal térmico para mantener la calidad de impresión original. Le recomendamos que lo limpie periódicamente (aproximadamente cada 3 meses).
Dependiendo del rollo de papel utilizado, puede quedar polvo de papel adherido al rodillo de la platina y es posible que el papel no pueda introducirse correctamente. Para eliminar el polvo de papel, limpie el rodillo de la platina con un bastoncillo de algodón humedecido con agua. Encienda el producto únicamente después de que se haya secado completamente el agua.
PRECAUCIÓN:
El cabezal térmico y las partes cercanas a él pueden estar muy calientes después de la impresión. Tenga cuidado de no tocarlo y deje que se enfríe antes de limpiarlo.
No toque el cabezal térmico con los dedos ni con objetos duros ya que si lo hace podría dañarlo.
Apague la impresora.
Abra la cubierta del rollo de papel.
Limpie el cabezal térmico con un bastoncillo de algodón humedecido con disolvente alcohólico (etanol o alcohol isopropílico) y el rodillo de la platina con un bastoncillo de algodón ligeramente humedecido.
A: Cabezal térmico
B: Rodillo de la platina
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Epson recomienda limpiar el cabezal térmico para mantener la calidad de impresión original. Le recomendamos que lo limpie periódicamente (aproximadamente cada 3 meses).
Dependiendo del rollo de papel utilizado, puede quedar polvo de papel adherido al rodillo de la platina y es posible que el papel no pueda introducirse correctamente. Para eliminar el polvo de papel, limpie el rodillo de la platina con un bastoncillo de algodón humedecido con agua. Encienda el producto únicamente después de que se haya secado completamente el agua.
PRECAUCIÓN:
El cabezal térmico y las partes cercanas a él pueden estar muy calientes después de la impresión. Tenga cuidado de no tocarlo y deje que se enfríe antes de limpiarlo.
No toque el cabezal térmico con los dedos ni con objetos duros ya que si lo hace podría dañarlo.
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Limpie el cabezal térmico con un bastoncillo de algodón humedecido con disolvente alcohólico (etanol o alcohol isopropílico) y el rodillo de la platina con un bastoncillo de algodón ligeramente humedecido.
A: Cabezal térmico
B: Rodillo de la platina